CONTAR CON ACCESO A TEST DE ANTICUERPOS FIABLES

Una investigación de la Universidad de Washington muestra el elevado rendimiento del test de Abbott.


 
Antes de la COVID-19, la mayoría de las personas no dedicaba mucho tiempo a pensar en análisis de sangre.

En la actualidad, los test para el nuevo coronavirus se han convertido en la piedra angular para la batalla contra la enfermedad, así como para saber quién padece una infección activa o quién ha estado ya expuesto.

Para conocer esta última información, así como la prevalencia de la enfermedad, es importante el acceso a test de anticuerpos. En un principio, los organismos reguladores como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estaban preocupados por los primeros test de anticuerpos comercializados y su fiabilidad.

Ahora ya hay disponibles varios test de alta fiabilidad, entre los que se incluyen los test de Abbott.

"En Abbott, desde que creamos el primer test para el VIH, hemos estado desarrollando test muy fiables para enfermedades infecciosas," explica la doctora Mary Rodgers, científica de Abbott. "Para nuestros test de la COVID-19 hemos seguido los mismos criterios, de forma que los profesionales sanitarios tengan acceso a test fiables para llevar a cabo análisis a gran escala."

Determinación de la exactitud de un test

Para determinar la exactitud de un test, los científicos tienen en cuenta los siguientes criterios:

  • Sensibilidad: la capacidad del test para identificar correctamente a los pacientes con la enfermedad (limitando los resultados falsamente negativos).
  • Especificidad: la capacidad del test para identificar correctamente a los pacientes sin la enfermedad (limitando los resultados falsamente positivos).

El test de anticuerpos de Abbott, que identifica los anticuerpos IgG, ha demostrado tener una sensibilidad y una especificidad superiores al 99 %, transcurridos 14 días o más desde el inicio de los síntomas. Los anticuerpos IgG permanecen en el cuerpo desde meses hasta posiblemente años después de la recuperación de la enfermedad. Se debe seguir investigando el tiempo de duración de los anticuerpos en el cuerpo.

También es importante que los laboratorios de los hospitales validen los test y confirmen que se obtienen los mismos resultados con los distintos fabricantes de test. La Facultad de Medicina de la Universidad de Washington fue uno de los primeros sistemas sanitarios en recibir los test de anticuerpos de Abbott para validar su rendimiento.

Un estudio, publicado en el Journal of Clinical Microbiology, halló que el test tiene una especificidad del 99.9 % y una sensibilidad del 100 % para detectar anticuerpos IgG en pacientes, transcurridos 17 días o más desde el inicio de los síntomas.

Actualmente, hospitales y laboratorios de referencia de los 50 estados de EE. UU. utilizan los test de anticuerpos de Abbott. Los datos obtenidos con estos test podrían ayudar a descubrir nueva información sobre el virus, incluyendo la prevalencia en comunidades y ciudades de EE. UU.

Para obtener más información, consulte estos artículos:

El ensayo SARS-CoV-2 IgG no ha sido autorizado ni aprobado por la FDA. La FDA ha autorizado su uso de emergencia en laboratorios autorizados y tiene marcado CE. El test sólo se ha autorizado para la detección de anticuerpos IgG frente al SARS-CoV-2, no para ningún otro virus o agente patógeno, y sólo se ha autorizado mientras dure la declaración de circunstancias que justifiquen la autorización de uso de emergencia de test de diagnóstico in vitro para la detección o el diagnóstico de la COVID-19 en virtud del apartado 564(b)(1) del acta, 21 U.S.C. § 360bbb-3(b)(1), a menos que la autorización finalice o se cancele antes.